miércoles, 5 de febrero de 2014

Debajo de la alfombra 

Poco a poco controlo mis deseos de escuchar la cerradura abrir.

La fe me dice pronto, el pesimismo jamás.

En los dulces sueños me abrazas, en los malos me rechazas.

¿Qué puedo hacer?

Toqué tu puerta y debajo de la alfombra no estaba llave.

Te observo en mis recuerdos y me pregunto: ¿Estarás bien?

La vida nos unió y nos separó por un propósito.

¿Cuál sera?

No sé.

Toqué tu puerta y debajo de la alfombra no estaba la llave.

Cuando desees hablar toca mi puerta y si no respondo, debajo de la alfombra está la llave..querido padre.

Escrito por Emil Soler Felicié.

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